viernes, 26 de abril de 2013

EL PODER DEL PENSAMIENTO PROPIO



En este país casi nadie se para a pensar en el por qué hacemos las cosas. Podéis llamarlo pereza, podéis llamarlo cobardía, podéis llamarlo imposición del sistema, llamarlo como queráis. Parece que cuando le dais nombre a algo se llena de sentido pero os equivocáis algo se llena de sentido cuando pensamos por nosotros mismos, cuando tenemos ideas propias.
El gobierno os dice: “Pensad sobre lo que queráis y todo lo que queráis, pero obedeced. Obedeced y seguid a las masas”.
Nos hacen tener un miedo irracional al no movernos por grupo, es fácil de conseguir. Si el 80 % cree que estás equivocado, estás equivocado, incluso tú mismo llegas a creerlo por muy bien fundamentadas que estén tus ideas.
Hay que romper con esa idea, si tú crees que lo que haces es correcto y está meditado además de fundamentado en ideas realistas, créeme estás en lo cierto.
A muchos genios que antes de verlos triunfar los habían tomado por locos, os pongo un ejemplo:
Guglielmo Marconi, el hombre que invento la radio dijo que había descubierto una forma de enviar mensajes a través del aire sin ayuda de cables. Sus amigos lo metieron en un manicomio para que se “curara”.
Hoy en día las ondas de radio que descubrió Marconi son algo muy común en el mundo actual: la radio, televisión, Tdt, etc...
El sistema no quiere que pensemos, si pensamos somos peligrosos, descubrimos que tenemos derechos, vemos el mundo como realmente es, pero si seguimos con ese miedo infundado de que si no tenemos el apoyo de los demás es porque no tenemos razón todo lo que hemos pensado no sirve para nada.
No hace mucho leí un fragmento de un libro que me llamó bastante la atención. Hablaba sobre el poder de los sueños y de luchar por ellos. La conclusión que saco es: Si alguien ha podido hacerlo, ¿por qué no puedo hacerlo yo? ¿Por qué la gente normal no puede tener aspiraciones altas? La gente que ha llegado a lo más alto empezó siendo alguien como tú y como yo, pero la diferencia está en que ellos fueron capaces de luchar por sus sueños sin dejarse influir por los demás. ¿Quién le iba a decir a Neil Armstrong de joven que iba a convertirse en el primer hombre en pisar la luna?
Aunque hay gente que cuando lo consigue se mete en una rutina y en una monotonía sin sentido ya no piensa en todo el esfuerzo que ha pasado antes, se convierten en otro robot más, porque vuelven a formar parte de la masa.
El truco del éxito esta en esto lucha: por tus sueños y aunque los consigas continua pensado por ti mismo.

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